El arte de cortar y dar forma al cabello, es
sin lugar a dudas, uno de los más antiguos del mundo.
Huatusco. En las sociedades paleolíticas,
quienes cortaban el pelo eran las personas con más autoridad en los grupos
sociales. Se pensaba que en el cabello, residía el alma de las personas y que
era una manifestación de los pensamientos.
Cortarlo, era una forma de quitar lo malo y
renovar energías, por eso, esa tarea se la confiaban a los más sabios, los
sacerdotes.
Y aunque hoy en día es una labor de muchos,
encontramos en la ciudad de Huatusco al José Ángel Lara Molina, con una
trayectoria indiscutible como fígaro, al mencionar este personaje, hablamos de
uno de los oficios más imprescindibles de México y aunque los clientes más
frecuentes, eran caballeros, hoy en día existen infinidad de peluqueros, así
como estéticas y salones de belleza.
Nuestro amigo nos conversa las distintas
técnicas que esta labor desarrolla, la dificultad de ahora por como son las
tendencias y la moda en nuestros cortes; “la juventud ha perdido la verdadera
esencia de ir con un fígaro, es un momento especial para los caballeros, para
dialogar con alguien a quien le brindan su total confianza”.
Con 55 años de trayectoria da consejos a los
nuevos maestros de la tijera; “sean unidos”, él menciona, se ha perdido
totalmente la elegancia del trato y la armonía entre cliente y servidor.
El Columnista de Veracruz.com
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