Jesús
Moreno Frías
Con aires
de personas inmaculadas en el ámbito de la opinión pública, algunos periodistas
se lanzan en forma agresiva y de manera voraz contra el líder de los 400
pueblos y sus respectivos miembros de la organización. Así como también contra
el asesor jurídico, Lic. Reynaldo Escobar. Tal parece que reciben órdenes de
actores del poder de los niveles más altos, lo cual refleja que están como
servidores y lacayos de mentes pervertidas.
Descalificaciones:
a) Contra
el líder.- lo consideran “explotador de la carne”, expresión de las miserias de
los campesinos. Es más, lo califican de tenerlos como esclavos a su servicio y
creación de su fortuna. Con estas descalificaciones una periodista refleja su
mezquindad moral, su complejo farisaico de sentirse mejor que el resto de los
mundanos. Debería de darse cuenta que ser zalamero de los poderosos también es
un indicador de miseria espiritual.
b)
Contra el diputado.- las agresiones
no varían contra el hijo de Cesar del Ángel Fuentes. Lo califican sin más
remordimiento como delincuente y ostentarse como diputado. La autora de estos epítetos
se siente juez y creadora de leyes sin ton ni son. Tal parece que estamos ante
una modelito de moralidad y ética política. Se le valora su actitud franca y
directa; pero le falta objetividad para tratar igual a otros actores de la
política que tienen mucha cola para pisarles; pero, ¡que sorpresa! A algunos no
los toca. Se vale, pero no se le puede dejar pasar.
Preguntas
¿Dónde está
la función del llamado poder factico?
¿A qué
verdaderos intereses defienden?
¿Será que
por recibir dadivas y convenios se convierten en portadores exquisitos de la
moral?
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